Juan Jose Castelli |
Nació en Buenos Aires el 19 de julio de 1764. Estudió filosofía en el Real Colegio de San Carlos y en el Colegio Montserrat de Córdoba. Se recibió de abogado en la Universidad de Charcas.
Era primo y amigo de Manuel Belgrano, quien lo designó como suplente de la secretaría del Consulado en 1796. Junto a Belgrano, Rodríguez Peña y Vieytes, fue uno de los precursores de la Revolución de Mayo. Castelli fue comisionado para intimar al Virrey Cisneros a que cesara en su cargo. Fue el encargado de defender la posición patriota en las sesiones del Cabildo del 22 de Mayo de 1810.
A partir de entonces, lo llamaron "el orador de la revolución". Fue nombrado vocal de la Primera Junta, organismo que le encargó la represión de la contrarrevolución de Liniers en Córdoba. Castelli actuó con toda energía fusilando a Liniers y a sus compañeros. Luego se le encomendó la misión de ocupar el Alto Perú, donde impuso un gobierno revolucionario, liberando a los indios de los servicios personales y de la esclavitud, y fusilando a varios funcionarios reales.
Castelli pactó una tregua con los realistas que éstos no respetaron, y sorprendieron traicioneramente a las fuerzas criollas derrotándolas en Huaqui el 20 de junio de 1811. A su arribo a Buenos Aires el Triunvirato lo procesó y encarceló.
El "orador de la revolución" morirá de un cáncer en la lengua el 12 de octubre de 1812. Sus últimas palabras fueron: "si ves al futuro dile que no venga".
Juan Larrea |
Nació en Mataró, España, el 24 de julio de 1782. Llegó a Buenos Aires a principios del 1800 y se instaló como comerciante. Pese a ser español de nacimiento, simpatizó con la causa patriota e hizo grandes contribuciones económicas para el éxito de la Revolución. La primera junta lo nombró vocal pero, al igual que varios de sus compañeros morenistas, perdió su cargo en 1811 y fue desterrado. Regresó en 1812 y un año más tarde participó activamente de las sesiones de la Asamblea General Constituyente, conocida como Asamblea del Año XIII. En 1814 el Director Posadas lo nombró Ministro del Tesoro. Desde este cargo, impulsó la creación de la flota naval al mando de Guillermo Brown, incluso aportando su propio dinero. Con la caída del Directorio y la Asamblea, en 1815, fue nuevamente desterrado y sus bienes fueron confiscados. Poco después retornó al país y a sus tareas comerciales. Años más tarde fue designado cónsul general en Francia, donde vivió por varios años. Tras nuevos reveses y nuevos desengaños políticos, tomó la decisión de suicidarse el 29 de junio de 1847.
Domingo Matheu |
Nació en Barcelona, España, en 1765, estudió la carrera naval y se graduó como piloto. Se asoció a su hermano Miguel y se instaló como comerciante en Buenos Aires en 1793. Pronto su tienda era una de las más importantes de la ciudad. Luchó contra los ingleses en ambas invasiones y participó desde un principio en las reuniones de los grupos revolucionarios. Fue vocal de la Primera Junta y reemplazó a Saavedra en la presidencia en 1811. Al igual que Larrea, brindó un importante apoyo financiero al primer gobierno patrio y a las expediciones militares al Alto Perú y Paraguay. En 1813 fue nombrado director de la fábrica de armas y de uniformes militares. En 1817 se cansó de la política y se dedicó a su actividad comercial hasta su muerte acaecida en 1831.
Fuente: El Historiador.com
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